jueves, 13 de diciembre de 2007

REFLEXIONANDO CON EL MUNDO














REFLEX.....



El atentado terrorista del 11 de Septiembre de 2001 produjo efectos económicos de primera magnitud a nivel mundial. La economía norteamericana que estaba debatiéndose entre el crecimiento y la recesión en el tercer trimestre del 2001, entró con fuerza en una recesión a raíz de estos acontecimientos. Las fuerzas económicas más importantes que hundieron a Estados Unidos en una recesión fueron dos: un efecto riqueza y un shock sectorial.
En primer lugar, existió una importante caída en la riqueza como efecto inmediato del desastre. Se calcula que la caída bursátil en la semana que siguió a la caída de las torres gemelas de Nueva York significó una caída en la riqueza de alrededor de 1,2 trillones de dólares. Afortunadamente en los meses que siguieron al atentado, se revirtió gran parte de esta caída, y una fracción importante de esta pérdida fue en definitiva recuperada. Sin embargo, el shock negativo de riqueza tuvo un efecto no despreciable en el consumo, que se puede arrastrar un par de trimestres en la economía de Estados Unidos.
En segundo lugar, un fuerte shock sectorial negativo afectó importantes sectores económicos, con efectos más duraderos. La industria aérea, la industria hotelera, los seguros, las agencias de viaje, y el turismo son los sectores más evidentemente perjudicados con esta acción. En el caso de la industria aérea, las empresas redujeron una fracción significativa de sus trabajadores y disminuyeron sus vuelos ante una caída dramática en su demanda. Muchas compañías americanas, como América Airlines, Delta y United Airlines fueron apoyadas por el Estado a fin de evitar su quiebra. Otras compañías internacionales, como Swissair no fueron tan afortunadas y se vieron enfrentadas a una quiebra. La contracción de estas actividades económicas genera efectos multiplicadores negativos sobre el resto de los sectores de la economía. Las pérdidas en estas industrias son de miles de millones de dólares.
La situación internacional previa a los atentados de las torres no era buena. Estados Unidos mostró un crecimiento de 0,3 % en el PIB del segundo trimestre del 2001 y una caída -0,4 % en el tercer trimestre. Alemania mostraba una caída de -0,1 % en el PIB del segundo y del tercer trimestre de este año., Bélgica mostraba evidencia de una importante recesión con una caída del PIB de -2,4 % en el segundo trimestre de este año, y en general toda la euro zona mostró un crecimiento promedio de sólo 0,2 % del PIB en el segundo trimestre. En el Asia, Japón mostraba una caída en el PIB de -3,2 % en el segundo trimestre el que se habría agravado en el tercero. Taiwan mostraba una caída del PIB de -2,4 % en el segundo trimestre, y de -4,1 % en el tercero. Singapur, por su parte presentaba una caída de -5,6 % en el PIB del tercer trimestre.. Tan sólo China escapa a esta tendencia de desaceleración mundial mostrando crecimientos superiores al 7 % anual.
La política económica de Estados Unidos ha tratado de evitar la recesión a toda costa. Una política monetaria cada vez más expansiva ha visto recortar sistemáticamente las tasas de interés de referencia hasta un punto que se encuentran bajo el nivel de inflación. La política fiscal ha tomado un sesgo fuertemente expansivo, en la forma de recortes tributarios y aumento del gasto público, en un claro intento por estimular la demanda agregada. Esta situación ha llevado a muchos analistas a proyectar una recesión corta para Estados Unidos, aún cuando esta pueda ser profunda.
La hipótesis anterior - de una recesión fuerte pero corta --- se ha popularizado en términos de la teoría de la V. Esta recesión, a diferencia de las anteriores, no tendría la forma usual de una U sino de una V gracias a los fuertes estímulos fiscales y monetarios. Se aventura que cabría esperar caídas en el PIB de Estados Unidos entre el tercer trimestre de 2001 y el segundo trimestre del 2002. Tan sólo en el tercer trimestre del 2002, se espera que la economía americana de señales de crecimiento positivo.
La importante influencia de la economía de Estados Unidos en el resto del mundo haría pensar que este ciclo negativo se transmitiría a muchos países de Europa y Asia, configurando un cuadro de recesión mundial para el primer semestre del 2002. Esta recesión sería de corta duración y terminaría cuando la "locomotora norteamericana" salga a flote de sus problemas.
En el caso de nuestro país, este shock negativo se va a transmitir a través del comercio exterior. La reducción de la demanda por las exportaciones chilenas va a significar menores precios por los productos exportados y probablemente una reducción en las cantidades exportadas. Ello va a significar una probable desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía y una caída en el ingreso nacional. Nos esperan tiempos complicados, sobre todo en el primer semestre del 2002. Sin embargo, en la medida que la economía norteamericana retome su ritmo de crecimiento en el segundo semestre del próximo año, es posible pensar que la economía chilena vuelva a retomar un ritmo de crecimiento más normal hacia fines del 2002.


http://www.arqhys.com/torres-gemelas.html

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